Se trata de una sal de origen volcánico que proviene del Himalaya y es muy popular en la cocina hindú. Su color es gris rojizo y su peculiar característica se debe al olor a huevo que desprende en contacto con el agua, esto se adjudica a su alto contenido de azufre. Además, a pesar de ser una sal, es baja en sodio haciéndola una opción más saludable para la cocina de personas que buscan controlar su consumo.
Esta alternativa a la sal de mesa es ampliamente utilizada en la medicina ayurveda por sus grandes beneficios terapéuticos.
· Regula el funcionamiento del sistema digestivo. Antiflatulento.
· Aumenta la producción de hemoglobina.
· Alivia problemas cutáneos como eccemas o psoriasis.
· Aporta niveles altos de hierro, magnesio y azufre.
· Mejora problemas de cuero cabelludo como la caspa añadiéndola al champú.
· Laxante natural en problemas de estreñimiento.
Además de sus beneficios, gracias a su aroma sulfúrico semejante al del huevo duro, es muy utilizado en recetas veganas como tortillas de patatas o en revuelto de no-huevo (tofu).
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Belén Prestifilippo.
Nutricionista de El Hombre del Saco
@nutri.vedevelen