Este grupo de alimentos llamados semillas, poseen infinidad de beneficios para la salud y siempre son recomendados para una alimentación saludable y balanceada por su alto contenido en fibra, en proteínas de alta calidad, sus grasas saludables y su gran aporte de micronutrientes, sin embargo, en sus capas externas poseen unas sustancias denominadas “antinutrientes”, entre ellos: oxalatos, fitatos, taninos, inhibidores enzimáticos, etc que actúan como barrera evitando la germinación precoz en un ambiente poco beneficioso.
Ocurre que, si no nos deshacemos de estos, nuestro organismo se verá limitado para absorber los distintos minerales, vitaminas, proteínas, etc que tenga cada alimento además de hacer nuestra digestión más lenta y pesada.
Según el alimento será la forma de “activarlo” y aquí van algunas recomendaciones:
· LEGUMBRES: Las de tamaño más grande necesitarán más horas de activación. Lo ideal será unas 8 horas al menos en agua que irá siendo cambiada (al menos 2 enjuagues). Se le puede agregar un medio ácido para asegurar la eliminación de fitonutrientes (antinutrientes). Usar 3-4 cucharadas de zumo de limón o vinagre por litro de agua potable.
Un tip para mejorar la digestibilidad de este grupo de alimentos es agregarle unas hojas de laurel en la cocción.
· CEREALES: Partir de granos enteros, integrales. Se dejarán al menos 4-5 horas en remojo y se le añadirá agua tibia y un medio ácido siguiendo el mismo procedimiento que para las legumbres. Se eliminará el agua de remojo y se enjuagará por última vez antes de su uso.
· FRUTOS SECOS: Aquí es importante hacer una distinción ya que no es necesario que todos los frutos secos sean remojados para activarse. Las nueces y las almendras son los que más fitatos e inhibidores enzimáticos poseen (antinutrientes).
Para activarlos debemos utilizar los que vienen crudos. No sirven tostados ya que se ven sus ácidos grasos oxidados por el calor. Se remojan por 4 horas en agua tibia y sal marina. La proporción será por cada taza de agua potable, ½ cucharada pequeña de sal. Luego se desecha el agua de remojo y se secan para conservarse en la nevera hasta 3-4 días. Los anacardos por más que no sean necesarios activarlos, para muchas preparaciones vegetales, se recomiendan dejar en agua ya que mejoran su textura y se consigue un alimento más cremoso al procesarlo.
· SEMILLAS: Tanto el girasol, la chía, pipas de calabaza o lino se recomienda activar en agua con sal llevando el mismo procedimiento que los frutos secos, aunque con 2-3 horas bastará debido a su tamaño. Sin embargo, no todas ellas tendrán la misma reacción. En el caso de girasol y pipas, una vez activadas se pueden escurrir y usar o deshidratar (sin quemar) y moler para hacer diferentes preparaciones como untables vegetales, quesos de semillas en polvo (rawmesan), condimento para ensaladas, etc.
En el caso del lino o la chía, estos se deberán enjuagar en un colador fino bajo el grifo y luego dejar en remojo sin sal, ya que una vez en contacto con el agua la semilla se “abre” y se genera un mucílago (aspecto gelatinoso) cambiando su aspecto irreversiblemente. En el caso de la chía, es muy común usarlo como espesante natural en preparaciones con leches haciendo un postre con frutas y demás, el famoso pudin de chía, en este caso se puede activar directamente en leches vegetales. En el caso del lino, se suele moler previamente y luego se activa en agua y utiliza como “huevo-vegano” en distintas preparaciones como pasteles, galletas, etc.
El sésamo en particular, se recomienda activar con calor en sartén a fuego bajo y removiendo constantemente para evitar oxidar sus ácidos grasos. Una vez que toman un mínimo de color, retirar del fuego y moler antes de guardar.
¡Recuerda! Las semillas son ricas en ácidos grasos y lo ideal es poder guardarlas en un frasco opaco y fuera de la luz solar directa evitando que sus grasas se enrancien y pierdan valor nutricional.
Ahora ya sabes,
¡Manos a la obra y a activar tus semillas!
Fuente: Belén Prestifilippo.
Nutricionista de El Hombre del Saco
IG: @nutri.vedevelen