La pimienta blanca tiene un sabor realmente delicado y se usa para platos “blancos”, salsas, cremas, huevos…
Una de pimienta variedad menos conocida pero no así menos rica y sabrosa. ¿Por qué este color tan inusual para una especia? Por su momento de recolección.
Es lo que determina la diferencia en cada pimienta. Todas, da igual su color, provienen del mismo árbol, el Piperácea (originario en sus inicios de Brasil, Argentina, Perú) pero es esperar a que esté muy madura para cosecharla lo que la hace única. Es en este momento cuando se procede a su recolección (aún están de color rojo) y se las sumerge en agua salada.
Una vez fuera de este agua y secas, se les extrae la cáscara y es la baya blanca la que se protege y se guarda para su consumo.
Es un proceso laborioso y en el que hay que tener mucho cuidado, de ahí que la pimienta blanca sea muy especial.
Su sabor es más suave que la negra aunque se suele usar para todo tipo de recetas por su toque picante pero más ligero que otras pimientas.