La pimienta verde, no tan conocida como la negra, tiene un sabor increíble lleno de potencia.
La pimienta verde procede al igual que las de otros colores del mismo árbol: Piperáceas (un trepador que crece en las zonas tropicales) pero obtenemos las diferentes clases (blanca, roja, negra y por supuesto la verde), según el tratamiento que le demos tras su recolección.
Es por tanto, el tener una pimienta de un color, u otra clase una razón de secado y tratamiento post recogida porque el origen, es el mismo. Y a pesar de la dificultad para encontrar esta variedad de Pimienta en occidente, nosotros te la traemos directamente a tu mesa con todas las propiedades.
La Pimienta Verde es la más temprana de todas y es que para que guarde ese color verde es imprescindible recogerla del árbol antes de su maduración, justo antes cuando aún está tierna.
La responsable de su color verde es la liofilización. Su mayor característica frente a otras variedades es su sabor suave con toques mentolados y es la menos picante de sus variedades. Es perfecta para guisos porque aporta un sabor más suave pero sobre todo, para salsas por su aporte de aroma a mentol. Para sacar su máximo aporte, lo mejor es molerla justo en el momento de ser utilizada.
Y como todas las pimientas (porque todas vienen del mismo lugar), sus beneficios para la salud son muchos:
– Tiene un gran poder saciante por lo que ayuda a adelgazar.
– Aromática en cada poro de su ser. Entera ya podrás apreciar su olor pero al molerla… Su poder se desata.
– Diurética y laxante en la justa medida sin ser agresiva.
– Ayuda a prevenir el envejecimiento precoz gracias a su poder antioxidante.
– Para los otoños y los inviernos, es tu alidada en los resfriados y gripes.
– Intenso fungicida que ayuda a eliminar los hongos y bacterias (perfecta para la candida).